El encuentro con mi propio yo

Soy cantante sí. Lo supe bruscamente y para eso solo experimentaba una adolescencia con algunas carencias e interrogantes, en un barrio absorbido por el conformismo y la falta de oportunidades, donde los jóvenes no tenían mejor idea que tener más hijos sin dejar de serlo y en donde la palabra progreso era casi esquiva. Mamá y Papá siempre buscaron lo mejor para mi, educación y un plato de comida nunca faltaban, se que encontrarse con una joven cantante en esa época no era parte de los planes y a lo largo de esta carrera llena de tropiezos pero sobretodo aprendizaje, mucha gente me sigue preguntando si existe alguna técnica para cantar así. Así?... así cómo? Pues no hay secretos, es fácil, llamémosle AUTENTICIDAD.
Constantemente somos absorbidos por una presión mediática y bombardeados de mucha información, es difícil no contaminarse y dejarse influenciar por la magia de la televisión o la moda radial. La primera vez que salí en televisión recuerdo que fue en el programa de Magaly Medina, después en otros programas y aunque es lindo el reconocimiento no estaba preparada, una inmadura joven que no era consciente decidió abrirse y desaparecer para entender qué hacer con este regalo de Dios. Han transcurrido más de 6 años cantando esporádicamente en bares, eventos y llenándome de experiencia y sobre todo descubrir el motor de todo, no existe técnica que te ayude a saborear las palabras, cantar en Perú no es para llenarse los bolsillos (aunque a veces cae y te salva el alquiler), pero se te brinda por una razón: Ayudar a los demás, como?, cada vez que tienes el lujo de dibujar sonidos produces una reacción en quien te escucha, eres tan poderoso que puedes cambiar drásticamente el humor de una persona en minutos para bien o para mal, recibir “tomates” o bendiciones, pero para lograr las bendiciones, debes tener la premisa de la verdad, de esa sinceridad contigo y el conocimiento absoluto de tu propio yo, tu cuerpo es la envoltura del alma, esa alma que se entrega en cada melodía y se mezcla en un sinfín de emociones que mueren por salir, eso se llama conexión, con ellos y los tuyos y tus ganas de enviar tu mensaje, la energía pasa por cada milímetro de tu piel hasta llegar al clímax. No hay secretos, solo es cuestión de que te atrevas a conocerte y sabrás distinguirte por tu entrega, tu pasión, la belleza de ser tu, irrepetible, irremplazable y único.